El jueves fui a cenar a casa

15.03.2015 16:27
El jueves fui a cenar a casa de mi amiga Mariajesús, con mas gente del camping, porque yo cuando era joven y aventurero iba de camping. Que hoy no me iría ni loco, con los bichos y las incomodidades, habiendo hoteles superapañados y tal, pero bueno. Fue divertido, eramos poquitos y estuvimos de cháchara un buen rato, bueno y tambien criticando, porque el tema es: el que no viene a las cenas, pilla, y claro, como faltaba tanta gente, pues nos pusimos a gusto como un arbusto. 
 
 
Tambien vimos fotos de New York, que la muy pudienta de mi amiga se habia ido en noviembre con el novio, que es un cielo y esta muy bueno. Me dio muchisima envidia, pero lo que más me impacto fue, no si en el Toys’r’us o no se donde, ver una megacasa tamaño real de Barbie. Tengo que ir a NY. Los muy malparits me pasaron por la cara que también habian ido a ver Chicago en Broadway. Necesito un sueldazo o una primitiva o algo ya. Hostia!
A las dos y pico, las tres me dejaron en casa, que me trajeron la Helenita y su novio. Menos mal, porque si no, hubiese tenido que combinar nitbuses hasta año nuevo. Porque la gente vive en barrios marginales y perifericos como la Verneda?, que no tengo nada en contra, que soy de Nou Barris, pero si te independizas, y no te faltan calerons, vete al centro o alrededores, no?
 
El viernes me fui a comer a casa de mi tia, que a este paso, me adopta. Comí jamón de bellota, mmmmmmmmm y mas mmmmmmmm.Y de allí me fui para la Maquinista. Por el amor de Dior. Aquello es yenilandia, curruquilandia y chonilandia. Que h o r r o r. Cuando yo trabajaba allí aquello no estaba tan mal. Esos maquillajes que delatan la procedencia de Santa Coloma, esos trapos del bershka que parecen putibratz, esos pelos de yeni, esos currucos en chándal, esas marujas gritonas rodeadas de crias de humano, menos mal que al ratito llegó mi amiga Pepa, le puse la cabeza como un bombo de lo horroroso que me parecia todo aquello, porque tengo criterio y ahora mismo, mucho tiempo libre. 
 
Y punto. Por cierto que quería comprarme un trapo para Novhevieja, pero como comprendereis no encontre nada (aún me dan escalofrios al recordar lo que llegé a ver como lo mas de la moda). Eso sí, me reí como un enano con la petarda de la Pepa, que descubrió que en el Pull and Bear vendían las cabezas de oso de peluche gigante que tienen en los escaparates (seguro que los habeis visto, entre turbados y impactados, porque son como ver a tus padres, extraños, violentos y fuera de lugar) y por supuesto se quería comprar uno. No se lo permití. Válgame Dior!
 
Las mejores cenas familiares en casa en un bonito toldo para fiestas y eventos.